Seguro, que la primera vez que leísteis mi apellido os hizo gracia, o pensasteis, "pobrecita, que cruz". Aunque se pronuncia "llili" (es catalán) a mi me da lo mismo que la gente lo diga como se escribe, no me ofenderé nunca, porque estoy orgullosa:
Me gusta ser una Gili porque:
Un Gili me enseñó que con trabajo se consiguen las cosas.
Un Gili me enseñó que de las películas se aprende.
Un Gili me enseñó que el dinero sirve para disfrutar de la vida.
Un GIli me enseñó como deben ser los buenos hermanos.
Un Gili me enseñó a apreciar el trabajo más insignificante.
Un Gili me enseñó a tener confianza en mi misma.
Un Gili me enseñó a aprender de mis errores.
Un Gili me enseñó a tener "estilo" y no hablo de ropa (esto no se le da bien)
Un Gili me enseñó a no perderme.
Y sobretodo, me gusta ser una Gili porque mi padre lo es y es un apellido que imprime carácter.
Papi, ¡Feliz día del padre!
Aún no tengo el regalo para el padre novato, pero tranquilas, estoy acostumbrada a vivir al límite.